La Asociación de Empresas de Inserción de Navarra (EINA), una de las principales familias de la Economía Social de la Comunidad foral, celebró en Civican el Día de las Empresas de Inserción (DEI). Dicho evento constató una vez más que Navarra es una de las primeras regiones de España en cuanto al número de empresas de inserción por habitante, consolidando de este modo un modelo empresarial de Economía Social que no solo es competitivo sino también socialmente transformador.
Con una facturación de 9 millones de euros en 2022, estas empresas se han convertido, además, en un pilar fundamental para la inclusión y normalización de personas en riesgo de exclusión. El año pasado, sin ir más lejos, brindaron empleo a 342 personas, de las que el 66 % se encontraba en procesos de inserción. Actualmente, la comunidad cuenta con dieciocho de estas compañías, cuyo propósito es proporcionar a las personas las herramientas laborales y sociales necesarias para integrarse en la sociedad y llevar una vida normalizada y autónoma en un período de entre seis meses y tres años.
El acompañamiento integral que ofrecen estas empresas, que abarca lo laboral, lo social y lo formativo, ha demostrado ser altamente efectivo. Según los datos presentados, el 64.6 % de las personas que han pasado por este proceso logran reincorporarse al mercado laboral normalizado. Otro dato destacado es que solo el 5 % de las personas que ingresan en estas empresas abandonan el itinerario en el primer año, lo que demuestra la importancia de seleccionar a personas motivadas y decididas a cambiar sus vidas. “Llegar a estas empresas en el momento adecuado es esencial para aprovechar al máximo la oportunidad y el apoyo que brindan”, destacaron los responsables de EINA.
Las empresas de inserción no solo cumplen un papel social crucial, sino que también son altamente competitivas. Con estándares de calidad exigentes, han ganado la confianza del sector privado, que ahora representa cerca del 60 % de su clientela. El Gobierno de Navarra también ha mostrado su apoyo al sector al establecer la “Reserva de Contratos“, que garantiza que al menos el 6 % de los contratos públicos adjudicados deben ser reservados para estas empresas, así como centros especiales de empleo sin ánimo de lucro o de iniciativa social.
Ainhoa Zabalza, presidenta de la Asociación Navarra de Empresas de Inserción (EINA), resaltó el crecimiento no solo en el número de empresas, sino también en su presencia institucional y social, consolidando el impacto de este modelo empresarial en la economía de Navarra. Además, se destacó el impacto económico positivo que estas empresas tienen en la sociedad, ya que el 60 % de las personas que ingresaron en 2022 dejaron de recibir la Renta Básica, pasando a percibir una nómina por su trabajo. Además, cada empresa de inserción aporta una media de 6,352 euros por persona a la Hacienda Foral de Navarra y la Seguridad Social.
El evento también puso de relieve el enfoque en la creación de empleo en áreas rurales, donde se ha avanzado con fuerza para consolidar este modelo. Regiones como la Ribera, Tierra Estella, el noroeste y el Pirineo ya cuentan con empresas de este tipo, y se trabaja arduamente para expandir su presencia en otros territorios donde aún no están presentes.