La consejera de Derechos Sociales, Mari Carmen Maeztu, visitó este jueves la Comunidad de Traperos de Emaús de Navarra, entidad de Economía Social que forma parte de las Empresas de Inserción de Navarra (EINA). El encuentro tuvo lugar en la sede que Traperos de Emaús tiene en Belzunce y permitió a Maeztu conocer in situ el trabajo que este colectivo lleva realizando desde hace cinco décadas en favor de la acogida a las personas, el cuidado del medio ambiente y el trabajo digno.

Traperos de Emaús, presente en Navarra dese 1972, mantiene desde 1978 una comunidad permanente de vida y trabajo en la que actualmente conviven 20 personas. En ese sentido, el acto celebrado este jueves permitió poner en valor el trabajo llevado a cabo por la primera comunidad permanente que Emaús instaló en Pamplona. Esa primera instalación, situada en Villa Simona, supuso el origen de una nueva forma de compartir la vida y el trabajo que ha priorizado hasta nuestros días la acogida de las personas con más necesidades frente al individualismo.

En 1985, la Comunidad se trasladó a Belzunce, donde actualmente reside, lo que significó disponer “de más espacios para la vida común y el trabajo, así como para poder acoger a más compañeros y compañeras”, confirmaron sus responsables. Con el tiempo y gracias al apoyo del Gobierno de Navarra, en 2002 se pudo ampliar la casa en la que esta comunidad reside y se realizaron obras de adecuación necesarias en las habitaciones, los espacios comunes y los servicios, todo ello con opciones de construcción bioclimática.

Hoy la Comunidad de los Traperos de Emaús es un “espacio de acogida, trabajo y solidaridad con las personas que tienen más dificultades”, según sus gestores. «Un lugar para aprender a compartir la vida y crecer personal y colectivamente”, añadieron. De ahí que

Por su parte, la consejera Maeztu, que estuvo acompañada en la visita por la directora gerente del Servicio Navarro de Empleo, Miriam Martón, agradeció a la Comunidad la labor de acogida que realiza con las personas más necesitadas.

MEDIO SIGLO DE EMPLEO INCLUSIVO

Desde su inicio en 1972, Traperos de Emaús ha tenido un objetivo social claro: luchar contra la exclusión desarrollando formas alternativas en las relaciones laborales, económicas y sociales y defendiendo la dignidad a través del trabajo mediante un modelo basado en los principios de la economía social.

Su labor ha ido creciendo a lo largo de los años y, en la actualidad, gracias a la reutilización y reciclaje de más de 12 millones de objetos y materiales al año, Traperos de Emaús genera empleo digno para 290 personas, la mayor parte de ellas en riesgo de exclusión social.