La comisión de seguimiento sobre la crisis del coronavirus celebró este viernes su segunda sesión de trabajo. Lo hizo a través de una videoconferencia, a la que se conectaron, por parte del Gobierno de Navarra, el vicepresidente primero, Javier Remírez; el vicepresidente segundo, José María Aierdi; la consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz; y la directora general de Política de Empresa, Proyección Internacional y Trabajo, Izaskun Goñi. Por los agentes económicos y sociales, intervinieron Manuel Piquer y Carlos Fernández Valdivielso (CEN), Ignacio Ugalde (CEPES Navarra), Jesús Santos (UGT), Chechu Rodríguez (CCOO), Imanol Pascual (ELA) e Imanol Karrera (LAB).

Durante la sesión, volvieron a actualizarse las cifras de expedientes de regulación de empleo presentados hasta la fecha. Y trascendió un dato importante: el 95 % de los 4.128 solicitados (504 más que este jueves) son ERTE por fuerza mayor. Precisamente, los supuestos aceptados bajo esta modalidad son los que mayores quebraderos de cabeza están generando a empresas y asesorías laborales (solo uno de los expedientes es por extinción de empleo).

De modo que el 11 % de las 37.455 compañías registradas el año pasado en la Comunidad foral ya han dado el paso de pedir un ERTE de esta naturaleza. Y según explicó en rueda de prensa el propio Aierdi, hasta ahora se han registrado unos 1.250 de los 4.128, que engloban a su vez a unos 20.000 trabajadores. Para estas labores, el Gobierno foral ha reforzado su estructura con veinte nuevos técnicos.

Entre los afectados figuran los más de 4.800 trabajadores de VW Navarra, que ya ha presentado su ERTE de fuerza mayor. En este sentido, el Ejecutivo foral ha comprobado “que las causas alegadas cumplen los requisitos para acogerse a la fuerza mayor”. Así que este expediente “previsiblemente se aceptará”, con el fin de que entre en vigor la próxima semana.

De los 1.250 expedientes registrados, se han resuelto ya favorablemente alrededor de 800 solicitudes, que comprenden a 12.565 trabajadores y trabajadoras. Un total de 972 se pidieron entre los días 17, 18 y 19 de marzo, precisamente para acogerse al Real Decreto Ley 8/2020 del 17 de marzo, pero unos 130 se cursaron antes. Estos, al no haber entrado en vigor el estado de alarma, se tramitaron por la forma ordinaria, de modo que el “informe del Ministerio de Trabajo era entonces preceptivo”. Y las peticiones fueron denegadas. De ahí que el Gobierno navarro esté “buscando soluciones” para esos casos.

Ese es uno de los motivos que ayuda a entender porqué “muchas peticiones” de ERTE por fuerza mayor, según distintas asesorías laborales, “no se han aceptado por el momento” (en los casos de fuerza mayor, las empresas están exentas de pagar las cotizaciones a la Seguridad Social cuando tienen menos de 50 trabajadores y, para más de 50, la exoneración es del 75 %, mientras que en los ERTE puramente productivos deben abonar el 100 %).

Además, hay que tener en cuenta que los supuestos aceptados en este instante por Navarra como fuerza mayor son el cierre obligado por las autoridades, la falta de suministros que impidan la actividad, la pérdida de esta como consecuencia del Covid-19, las limitaciones por restricciones en la movilidad y el transporte, así como el contagio o aislamiento decretado por la autoridades sanitarias. Y en este punto también surgen discrepancias, ya que hay compañías que están tratando de tramitar ERTE por fuerza mayor, “a pesar de que desde el Ejecutivo entienden que son productivos”.

No obstante, el vicepresidente segundo subrayó que las autoridades forales están aplicando “un criterio flexible y abierto y de la manera más ágil posible” para “garantizar el mantenimiento del empleo”, que en estos momentos “es la principal prioridad junto a la respuesta sanitaria”. Pero en este punto precisó, y ahí anida un matiz importante, que las solicitudes aceptadas son aquellas que se centran “en los supuestos vinculados directamente con la inactividad atribuida a la crisis del Covid-19”.