Inicia el año trabajando en tu liderazgo a través de 6 competencias, más sesiones de coaching y outdoors. Se trata de seis competencias entendidas como comportamientos observables que se pueden aprender y mejorar a través de la práctica y que conducen al éxito en una tarea o función.

Un programa organizado por Anel que se inicia el 7 de febrero. Está estructurado a través de talleres, en los que desarrollar de forma vivencial seis competencias clave para ejercer el liderazgo participativo: «Seis competencias, entendidas como comportamientos observables que se pueden aprender y mejorar a través de la práctica, y que conducen al éxito en una tarea o función», explican desde Anel, la asociación de empresas de economía social.

Para el desarrollo de cada competencia, el programa identifica herramientas concretas que permiten trabajar los comportamientos, su evaluación y su desarrollo.

Algunos de los participantes del curso en 2019, junto a Ignacio Ugalde, presidente de Anel; y Aitor Aspe, presidente de Fagor Ederlan Group.

El programa, financiable a través de FUNDAE, va dirigido a directivos, responsables de distintas áreas que gestionan personas y profesionales que trabajan en equipo: “Buscamos formar líderes capaces de convertirse en agentes de cambio, con impacto en sus respectivas organizaciones, abiertos a sistemas de gestión avanzada, interesados en crear una red dinámica entre los participantes para promover sinergias entre los mismos”.

El liderazgo es algo fundamental en las organizaciones para busca el equilibrio entre las necesidades individuales y las necesidades organizativas. Por ello, las competencias necesarias para poder liderar en un ámbito empresarial son:

  1. Delegación y toma de decisiones: Implica para muchas y muchos líderes el desafío de pasar del “decir”, donde el líder toma una decisión y la anuncia, al “dejar hacer”, donde quien es líder permite a las y los colaboradores que trabajen positivamente dentro de los límites por él definido. Guiar – Motivar – Instruir – delegar.
  2. Positividad: los equipos que trabajan con actitud positiva terminarán por lograr también los resultados esperados. Céntrate en ti, en dejar entrar sólo pensamientos que te potencien, que te inspiren, que saquen lo mejor de ti y te ayuden a convertirte en tu mejor versión.
  3. Orientación al logro. La persona líder en todo momento debe tener en mente el objetivo o los fines para los cuales está trabajando. Se tiene que convertir en alguien capaz de involucrarse e identificarse con las metas que le han asignado con el fin de priorizar en forma efectiva las tareas, el tiempo y los recursos asignados orientándose al rendimiento y a alcanzar y/o superar los estándares establecidos. Evaluar las tareas que deben ser realizadas es otra de sus tareas.
  4. Promotor del cambio: A las y los líderes les reclamamos también que pongan en marcha nuevos proyectos y aporten nuevas ideas, de manera que no se queden estancados y sean un motor de cambio dentro del equipo.
  5. Transparencia: crear un ambiente saludable y positivo, generar seguridad, confianza y promover el compromiso, lo que repercute en la productividad de la empresa y en su cuenta de resultado. Al igual que saber la opinión del resto del equipo es una pieza importante de las habilidades de comunicación, pues conocer la opinión del resto es clave para expresar la opinión propia después y tomar la mejor decisión.
  6. Gestionar los equipos: Liderar desde dentro, trabajar por mejorar lo que tienes más cercano. Líder es la persona que ha de conseguir que los integrantes del equipo nivelen, equilibren y ajusten todas sus actitudes. Estamos hablando del conocimiento, las capacidades para realizar el trabajo y la motivación para llevarlo a cabo.

Si quieres empezar entrenado estas competencias puedes apuntarte a través de este enlace.