La Comunidad foral ratificó en la Cumbre del Cambio Climático COP 25 celebrada en Madrid su aportación al compromiso internacional frente al cambio climático. Una delegación encabezada por la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, expuso los compromisos asumidos por Navarra, tanto en mitigación como en adaptación.
Dichos compromisos se plasman, entre otras leyes y estrategias, en la Hoja de Ruta del Cambio Climático (Klina), la Ley Foral de Residuos, o el proyecto Life Nadapta. Gómez señaló también que “la próxima aprobación de una Ley Foral de Transición Energética y Cambio Climático incorporará nuevas obligaciones que nos permitirán alcanzar dichos objetivos”.
Según expuso la consejera, “el amplio desarrollo de energías renovables en Navarra nos permite a día de hoy consumir más del 80% de la electricidad de dicho origen” y afirmó que, “junto con ese desarrollo de las renovables, la innovación en ahorro y eficiencia energética, son pilares de la acción de Navarra en mitigación de emisiones de GEI (gases de efecto invernadero)”. Gómez añadió además que “esa acción se está viendo incrementada por el impulso a la promoción del vehículo eléctrico y de las viviendas de emisiones cero”.
NAVARRA, ENTRE LAS REGIONES DE REFERENCIA EN EUROPA
La consejera también hizo mención a dos iniciativas que sitúan a la Comunidad foral entre las regiones de referencia en Europa: por un lado, a la Ley Foral de Residuos aprobada en 2018 y por la que “Navarra ha sido pionera, estableciendo un impuesto que grava los residuos no reciclados, algo que la UE ha previsto explorar a partir de 2021”. De hecho, en el último año se han recaudado 3 millones de euros para proyectos de economía circular que se ejecutarán en 2020. Y, por otro lado, al proyecto Life integrado Nadapta, que convierte a Navarra “en una región piloto en la UE en la confección de políticas de adaptación contra el cambio climático”.
Más concretamente, Nadapta es el primer proyecto integrado que LIFE Europa pone en marcha en una región autónoma y se concreta en 53 medidas para desarrollar en seis áreas estratégicas diferentes: agua, bosques, agricultura y ganadería, salud, infraestructuras y ordenación del territorio, y monitorización.