El Consejo Rector de Cooperativas Agrarias de Navarra (UCAN) cuenta por primera vez (desde el pasado mes de abril) con presencia femenina. Esther Burgui Itoiz y María Teresa Resano Jimeno son las nuevas interventoras en un equipo, elegido por la Asamblea General, y que está formado por el presidente, 3 interventores y 11 vocales que representan a los diversos sectores productivos y actividades horizontales.
Recordemos que UCAN cuenta con 130 cooperativas asociadas que aportan 1.206 millones de euros de facturación y suman 2.049 personas empleadas de forma directa, además de los empleos que suponen los más de 19.000 socios agricultores y ganaderos. La organización asocia además el 96,3% del volumen de facturación del sector cooperativo agroalimentario y el 98,5% del empleo directo del mismo.

Todos los miembros del Consejo Rector de UCAN. (Foto: cedida por UCAN)
Maite Resano Jimeno tiene 46 años y es de Andosilla, Esther Burgui Itoiz es de Villaveta y tiene 31 años. Ambas son agricultoras y las dos primeras mujeres vocales con las que cuenta UCAN desde antes del verano. Poco a poco, las féminas se van sumando al mundo agrario y “es muy importante”, aseguran. Pero recuerda Resano: “Este es un sector en el que siempre hemos estado presentes, aunque en un segundo plano“.
Estos últimos años, ha habido un cambio importante hacia la presencia femenina “y nosotras hemos conseguido hacernos un hueco”, incidie Resano, pero ahora deben seguir trabajando para ser cada día mas visibles: “Hay que seguir luchando por la igualdad de género para un desarrollo viable y sostenible que no deje a nadie atrás”.
La juventud de Burgui aporta una visión diferente, ya que además de apostar por la lucha por la igualdad, considera: “Somos nosotras mismas las que nos ponemos barreras, pensando que no somos capaces de desempeñar igual que un hombre una actividad agrícola o ganadera y sí lo somos”.
‘GRUPO DE TRABAJO DE MUJERES’
Desde UCAN, se está trabajando para dar mayor visibilidad a las mujeres agricultoras y cooperativistas, especialmente, a través del Grupo de Trabajo de Mujeres, que organizan visitas a explotaciones, además de debates, cursos de formación, etc.
“Conocer y compartir experiencias siempre es enriquecedor, siempre hay algo que aprender y algo que aportar. Y esto ayuda a que las mujeres demos pasos hacia adelante”, explica Maite Resano, quien también destaca los objetivos que se han marcado: “Por un lado, intentar implicar cada vez a más mujeres en el grupo de trabajo y en los órganos rectores de las cooperativas; y, por otro, visibilizar más la figura de la mujer, que siempre ha estado en un segundo plano“.
Desde este grupo, se trabaja para incentivar a otras mujeres “luchando por la igualdad de género, ya que es un requisito previo importante para un desarrollo viable y sostenible que no deje a nadie atrás”. Además, desde su experiencia personal, Resano anima a las mujeres a trabajar en el sector agrario: “Yo estoy feliz e ilusionada. En mi camino encuentro muchas piedras y cada una de ellas las voy aprovechando para mi propio crecimiento. Una vez me dijo un abuelo muy sabio: ‘Si quieres ser feliz una semana, haz un viaje. Si quieres ser feliz un mes, cómprate un coche. Y si quieres ser feliz toda tu vida, trabaja el campo‘. Así que les diría a otras mujeres que no lo duden y se acerquen al campo”.
Además de, en el grupo de mujeres, Burgui ha participado en el I Campus de Jóvenes Cooperativistas y reconoce que ha sido una experiencia positiva, “en la que conoces jóvenes agricultores de toda Navarra y mediante juegos, fui capaz de ver la importancia de la participación de los jóvenes en los consejos rectores de las cooperativas, así como de saber trabajar en grupo”. También fue interesante que expertos veteranos les contaron “su día a día en el trabajo, gestionando los productos que los agricultores cultivamos”.