La candidatura, presentada por la Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS Navarra), recibirá un premio dotado con 25.000 euros , tras la resolución y dotación del Gobierno de Navarra y Laboral Kutxa.

Emaús Internacional, que trabaja en el ámbito de la pobreza, la economía productiva alternativa como fin para evitar desigualdades sociales y el medio ambiente ha obtenido el XVII Premio Internacional Navarra a la Solidaridad.

El jurado la ha elegido entre un total de 35 candidaturas presentadas en esta edición. Este premio tiene como objetivo reconocer a personas, ONG o instituciones que destacan por su labor o trayectoria en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que marcan la agenda de las Naciones Unidas de aquí a 2030.

El Jurado que ha decidido el fallo final ha estado presidido por Miguel Indurain Larraya y ha contado con la participación de el vicepresidente, en funciones, de Derechos Sociales, Miguel Laparra Navarro; el director comercial de Laboral Kutxa, Javier Cortajarena Goñi; la profesora de la Universidad Pública de Navarra, Eloísa Ramírez Vaquero; la profesora de la Universidad de Navarra, María Icíar Astiasarán Anchía; la representante de la Fundación Felipe Rinaldi, Diana Lazcano Mayor; y Juan Jesús Echaide Baigorri, de la Federación Navarra de Municipios y Concejos. Además, ha actuado como secretario Andrés Carbonero Martínez, director del Servicio de garantía de Ingresos y Cooperación al Desarrollo del Departamento de derechos Sociales.

La candidatura galardonada, propuesta por la Red de Economía Alterantiva y Solidaria (REAS Navarra) ha sido seleccionada entre las siete finalistas entre las que se encuentran: Aldea Global, Asociación de Comunicadores Sociales Calandria, Asociación Desarrollo Económico Social (ADES), Diandé África, Fundación Vicente Ferrer y Redes de Desenvolvimiento da Maré.

EMAÚS INTERNACIONAL

El movimiento Emaús fundado en noviembre de 1949, y que este año cumple su 50 aniversario, nació del encuentro entre personas conscientes de su situación privilegiada y de sus responsabilidades sociales frente a la injusticia y hombres que ya no tenían una razón para vivir. Decidieron unos y otros aunar sus voluntades y esfuerzos para ayudarse mutuamente y socorrer a quienes sufren, en el convencimiento de que salvando a los demás puede salvarse uno mismo.

Con este objetivo se han constituido comunidades que trabajan para vivir y dar. Además, se han formado grupos de amigos y voluntariado que luchan en el plano público y privado.

La entidad trabaja en países de todo el mundo en ámbitos como la pobreza, medio ambiente o economía productiva alternativa para evitar desigualdades sociales.